Allá, donde los caminos se borran, donde acaba el silencio, invento la desesperación, la mente que me concibe, la mano que me dibuja, el ojo que me descubre. Invento al amigo que me inventa, mi semejante; y a mi contrario: torre que corono de banderas, muralla que escalan mis espumas, ciudad devastada que renace lentamente bajo la dominación de mis ojos.

CONTRA EL SILENCIO Y EL BULLICIO INVENTO LA PALABRA, libertad que se inventa y me inventa cada día.

Octavio Paz

IMÁGENES EN LIBERTAD

jueves, 30 de septiembre de 2010

DE MONÓLOGOS Y DESVARÍOS...

las cosas de entonces
miran silenciosas
no muertas
este momento en el que
soy
un sonido monocorde
diluído en el vacío
blanco
violáceo
casi gris

no se preguntan sobre su destino
seguirán llorando
calladas
no muertas
recordando sin mi

PROPUESTA ...


Atreverse a ser uno mismo.
Es tiempo de SER
simplemente.
No de ganar ni de ganarle a nadie.
Ganar, en cambio
el minuto
el momento
el estallido de lo imprevisto...
Claro que ésto supone
arrojo
valentía
y sobre todo
FE.
Uno mismo es un loco que cree.
La rutina, la costumbre, los caminos trillados
son cómodos y confortables.
La libertad, en cambio
es una aventura.
Ser natural y auténtico es todo un trabajo:
Exige asumir la responsabilidad de soñar los propios sueños,
de pensar por sí mismo
y salir de la vía señalada por los demás.
Uno mismo es el hombre abierto.
Uno mismo se busca entre hojas secas y escombros de afirmaciones rotundas;
No cree en enunciados fundamentalistas,
desconfía de las respuestas dogmáticas,
cerradas, congeladas...
En cambio,
lo seduce y cautiva la pregunta.
Se atreve a preguntar y cuestionar,
se busca.
Uno mismo es libre
porque su pensamiento abierto lo libera,
y entonces
se abre también a la vida y a sus interminables
interrogantes y posibilidades, y aprende a elegir
y recupera la alegría del que se va descubriendo
en los avatares del tiempo .
Uno mismo no se etiqueta
no se vende
no se disfraza para la ocasión
no se hace a imágen y semejanza de nadie
para ser aceptado,
no traiciona sus ideales
ni su palabra, siempre llena de peso y valor,
cuando la pone en juego;
no se acostumbra al horror
ni a la injusticia
ni al engaño
ni a la indiferencia....
SE .REBELA
No permite que sus sentidos se adormezcan
no teme fracasar porque acepta el reto
de volver a levantarse e intentar nuevamente,
más allá de próximos fracasos...
Porque entendió que de eso también se trata la vida.
No ama de otra manera:
Abierto
respetuoso de la libertad propia y ajena
con honestidad
comprometiéndose
como en la realización de un valor:
Tomándose y arrojándose. Jugándose!
Uno mismo es crecimiento
es evolución permanente y perpetua
no alcanza altura escalando hombres:
Es escalador de sí mismo,
superando los más escarpados obstáculos
en su búsqueda interna, profunda y personal.
Uno mismo es camino y caminante que se camina;
NO escapa
NO huye
NO se esconde
NO corre
NO se "salva",
sencillamente:
SE ENCUENTRA.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Un Maldito Bendito...



Considerado uno de los grandes “escritores malditos”del siglo, su labor entre los hombres fue la de explorarse a sí mismo, una aterradora, obsesiva e implacable búsqueda de la verdad intrínseca que le llevó a los estados más calamitosos de abandono vital, de debilidad y autodestrucción.

Antoine Marie Joseph Artaud comúnmente llamado Antonin Artaud (Marsella, Francia, 4 de septiembre de 1896 - † París, 4 de marzo de 1948), fue un poeta, dramaturgo, ensayista, novelista, director escénico y actor francés.

Artaud es autor de una vasta obra que explora la mayoría de los géneros literarios, utilizándolos como caminos hacia un arte absoluto y "total". Sus tempranos libros de poemas (luego abandonaría el preciosismo poético, decepcionado) L'ombilic des limbes (El ombligo de los limbos) de 1925 y Le Pèse-Nerfs (El pesa-nervios) anuncian ya el carácter explosivo de su obra posterior. Es más conocido como el creador del teatro de la crueldad (cf. El teatro y su doble, 1938; Manifiesto del teatro de la crueldad, 1948), noción que ha ejercido una gran influencia en la historia del teatro mundial. Trabajó en 22 películas, durante los años 20 y 30, entre las que destacan Napoléon de Abel Gance y La Pasión de Juana de Arco de Carl Theodor Dreyer.

Escogí de su vasta obra este texto:

TEXTO SURREALISTA

El mundo fisico todavía está allí. Es el parapeto del yo el que mira y sobre el cual ha quedado un pez color ocre rojizo, un pez hecho de aire seco, de una coagulación de agua que refluye.
Pero algo sucedió de golpe.
Nació una arborescencia quebradiza, con reflejos de frentes, gastados, y algo como un ombligo perfecto, pero vago y que tenía color de sangre aguada y por delante era una granada que derramaba también sangre mezclada con agua, que derramaba sangre cuyas líneas colgaban; y en esas líneas, círculos de senos trazados en la sangre del cerebro.
Pero el aire era como un vacío aspirante en el cual ese busto de mujer venía en el temblor general, en las sacudidas de ese mundo vítreo, que giraba en añicos de frentes, y sacudía su vegetación de columnas, sus nidadas de huevos, sus nudos en espiras, sus montañas mentales, sus frontones estupefactos. Y, en los frontones de las columnas, soles habían quedado aprisionados al azar, soles sostenidos por chorros de aire como si fueran huevos, y mi frente separaba esas columnas, y el aire en copos y los espejos de soles y las espiras nacientes, hacia la línea preciosa de los seno, y el hueco del ombligo, y el vientre que faltaba.
Pero todas las columnas pierden sus huevos, y en la ruptura de la línea de las columnas nacen huevos en ovarios, huevos en sexos invertidos.
La montaña está muerta, el aire esta eternamente muerto. En esta ruptura decisiva de un mundo, todos los ruidos están aprisionados en el hielo; y el esfuerzo de mi frente se ha congelado.
Pero bajo el hielo un ruido espantoso atravesado por capullos de fuego rodea el silencio del vientre desnudo y privado de hielo, y ascienden soles dados vuelta y que se miran, lunas negras, fuegos terrestres, trombas de leche.
La fría agitación de las columnas divide en dos mi espíritu, y yo toco el sexo mío, el sexo de lo bajo de mi alma, que surge como un triángulo en llamas.

Antonin Artaud

en "La Révolution Surréaliste", N° 2 (1925)


"Querría hacer un libro que perturbe, que sea como una puerta abierta con acceso a un lugar al que nadie hubiera consentido en ir; una puerta simplemente conectada con la realidad"

Sus últimas palabras escritas son:
...de continuer à faire de moi cet envoûté éternel etc. etc.
...de seguir convirtiéndome en ese hechizado eterno etc. etc.

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Un inédito de Scorza










Palabras a Nicolás Centenario

En el principio el hombre abandonaba a sus muertos.

Hace cincuenta mil años comenzó a cavar tumbas.
En la piel de las cavernas cinceló sus miedos bellísimos.
Inventó el alma.
Por esos estoy aquí
Aventando palabras contra el cielo indiferente.
En el parque, tu hija juega.
Escritor y poeta
La vida pasa tan rápido
que una de estas tardes regresará hermosísima mujer.
Nicolás, deberíamos tratar de decir la verdad.
Porque en estos tiempos
adolescentes áureos combatían en el horror de América.
¡Más que la metralla los diezmaban los sueños!
Hermosos nacían a la muerte.
Nosotros tatuábamos poemas olvidables
en cuerpos olvidables de mujeres olvidadas.
En chinganas de mala muerte
cauterizábamos nuestro fracaso
bebiendo aguardiente que no era Agua Ardiente.
El Che llevaba en su mochila versos de León Felipe
y Javier Heraud también versos en su chaqueta.
El impiadoso río Madre de Dios
arrastró su juventud acribillada.
¡Pero la vida fluye más rápido que el río Madre de Dios!
¡Imposible erigir otro mundo
sin desembar (sic) en las islas vistas en sueños!
¡Una revolución que sólo es una revolución no es una revolución!
Hay que derribarlo todo.
No permite que retoñe de nuevo esta realidad.
Impedir que vuelvan a existir esta vida, esta agua,
esta patria, esta luz, este amor, este futuro, este sol!
¿Quién podría absolvernos?
Un ígneo poema nos rescataría.
Pero no pronunciamos la Palabra.
En el parque tu hija juega.
Regresará hermosísima vida.
¿Y qué?
La vida vale la pena.
Estoy alegre, estoy árbol, estoy relámpago, estoy luz.
El hombre que está más cerca de su muerte que de su nacimiento
necesita urgentemente ser feliz.
Hace cincuenta mil años comencé a grabar este poema.
Por eso aviento estas palabras contra el cielo indiferente.


-Hotel de Turistas de Tacna

20 mayo 1977.